CONCLUSIÓN
Esta intervención muestra una gran influencia en los resultados del nivel de dolor inicial y sintomatología asociada, y además determina cuál es el momento más adecuado para iniciar la TE, la estandarización de un protocolo de aplicación, o la efectividad real de la TE en comparación con otros tratamientos.
Por otro lado la aplicación de esta técnica en pacientes que han sufrido amputaciones traumáticas, tienen el inconveniente de la posible reexperimentación del trauma a través de la imagen especular que simula al miembro amputado.
A la vez, también se ha constatado la influencia de aspectos emocionales que pueden actuar como factores moduladores de la experiencia dolorosa y que pueden facilitar o dificultar la adherencia al tratamiento neuropsicológico. En el caso descrito, los estados emocionales de ansiedad provocaron un aumento en la percepción dolor.
Asimismo, con esta investigación nos permite realizar un seguimiento a medio y largo plazo para ver su funcionalidad como método de autocontrol y auto tratamiento del paciente amputado.
Finalmente, y tras lo señalado, se puede afirmar que la terapia en espejo trata de ser un método válido para el manejo del DMF, además de ser sencillo y muy económico, por lo que, tras una formación previa, se podría llevar a cabo en los domicilios y, por lo tanto, sería accesible a las poblaciones más distantes y/o desfavorecidas, ayudando, además, a la gestión del sistema de salud en nuestro caso a ex militares que poseen dicha condición.
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